Dos prisioneros, Manny y Buck, escapan de una prisión de máxima seguridad que estuviera instalado en una de las zonas más desoladas de Alaska. Su única esperanza es un tren donde lograron colarse, pero resulta que el conductor ha sufrido un ataque al corazón y el carril se mueve cada vez más rápido y sin control. Para evitar una catástrofe mayor, las autoridades deciden desviar el tren fuera de control sacrificar sus ocupantes en favor de cientos de vidas. Cuando Manny se entera de lo que ha sucedido, tratar de saltar, pero en el último momento el empleado de la línea ferroviaria Sara se lo impide. Así comienza una carrera contra el tiempo para tratar de detener el tren, pero Manny parece haberse vuelto loco y trata de sabotear todos los intentos de organizarse para detener la locomotora.