Invierno 1869 en la zona inhóspita de Sierra Nevada, California. Veinte años antes, Daniel Dillon, pionero de voluntarios y sin escrúpulos, vino de su Irlanda natal para hacer una fortuna. La fiebre del oro estaba en su mejor momento. Hoy en día, es el hombre más poderoso Kingdom Come. Podría decirse que esta pequeña ciudad en las montañas pertenecen, ya que es propietaria de la mina, el banco y el hotel. También disfruta de las atenciones del propietario de "berlina", la bella Lucía. Pero Donald Dalglish, un topógrafo de la empresa ferroviaria "ferrocarril central del Pacífico" podría poner en peligro la prosperidad de las personas y su jefe, ya que es el encargado de determinar el trazado de la línea ferroviaria futuro. Si Daniel Dillon se opone a la construcción de las carreteras de Kingdom Come, el lugar corre el riesgo de convertirse en una ciudad fantasma. El mismo día, también hace una aparición Elena, la ex mujer de Dillon, acompañada de su hija Esperanza. Dillon les dejó hace veinte años, a cambio de una bolsa llena de oro y el título de la mina, que aseguró su fortuna.